miércoles

Sanz Presidente

"Me llamo Ernesto Sanz y quiero ser Presidente"
El precandidato radical, que deberá competir primero con Ricardo Alfonsín en la preinterna de la UCR del 30 de abril y, en caso de ganar, en las internas abiertas de agosto, lanzó su campaña reconociendo que el radicalismo, desde su fundación "solo gobernó uno de cada cuatro días". Afirmó que no quería "repetir el pasado", y que si llegara a la Casa Rosada no se dejará "abrumar por los fantasmas del pasado" y cumplirá "hasta el último día" su mandato.


Sanz se diferenció de su competidor, Ricardo Alfonsín, al advertir que él no saldrá a pedir "el voto de la nostalgia" sino "el voto de la esperanza". "Soy Ernesto Sanz y tengo un pasado, como todos, pero no me alimento del pasado ni aspiro a repetirlo. Toda mi fuerza está en el futuro y no voy a permitir que mi pasado me hipoteque porque tengo claro que las respuestas que la Argentina necesita hoy no las va a encontrar en lo que otros hicieron ayer", agregó.
Desde el Gran Rex, recordó a Hipólito Yrigoyen, a Raúl Alfonsin y a Néstor Kirchner, pero advirtió que "ya no están", y que no había que refugiarse en ellos para buscar las respuestas que necesita la Argentina de hoy. Aclaró que no buscaba una derrota digna sino "una victoria histórica", y repitió que quería ganar. Más adelante afirmó que "este gobierno no da para más" y que había llegado la hora de decirle "gracias, y adiós señora Kirchner".
El precandidato radical, aseguró también que el principal problema de la Argentina era la seguridad y que él estaba allí "para hacerse cargo", y prometió perseguir a los delincuentes.
También dedicó un párrafo al sindicalismo, a quien denunció de que "se aprovechan del trabajo de otros y se creen los dueños del país", aunque aclaró que "siempre estaré del lado del derecho de los trabajadores y no de la burocracia sindical".
Entre los cánticos que se destacaron en el Gran Rex prevaleció "no voy con Cobos ni Alfonsín, voy con Ernesto que se anima a debatir". Sanz reconoció las inquietudes que genera en la población la capacidad del radicalismo para gobernar pero advirtió que admitir "que hay alguien con derecho a veto sobre el resultado de las urnas es un atentado intolerable a la democracia. Aquí no habrá nadie que desestabilice a un gobierno democrático desde la calle"", sentenció.
Entre los presentes se encontraban los ex jefes de Gabinete de Fernando de la Rúa, Rodolfo Terragno y Cristian Colombo; Federico Storani, Facundo Suárez Lastra y Silvana Giúdici; Jesús Rodríguez, Eduardo Baylac, Ricardo Buryaile, y la legendaria dirigente Florentina Gómez Miranda.
El precandidato presidencial afirmó que en el radicalismo "nos sentimos fuertes otra vez", y añadió que "hoy volvemos a estar en condiciones de liderar una alternativa de gobierno", tras la frustrada experiencia de la Alianza.
Finalmente, tras cuestionar el manejo de las cifras de la economía por parte del gobierno nacional, el senador mendocino planteó su "compromiso formal" de bajar la inflación a "un dígito" en caso de llegar a la Casa Rosada.

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