por Gustavo DE BENEDETTI
El Congreso de la Nación se aprestaba al tratamiento de la emergencia sanitaria y el alerta epidemiológico por el dengue, aunque según denuncia el Senador Ernesto Sanz y otros integrantes de distintos partidos políticos, la postergación solicitada se debió a una orden expresa de Néstor Kirchner.
Cabe destacar que con la "declaración del alerta epidemiológico en todo el territorio nacional" y "la emergencia sanitaria en aquellas zonas o regiones que por sus características de hábitat y clima, así lo ameriten frente a la propagación del dengue", los legisladores nacionales pretendían dar las herramientas jurídicas y presupuestarias para combatir esta amenaza a la salud.
Este tema, que no puede, ni debe ser tratado bajo la óptica de una contienda electoral, ni de la mezquindad política, ya que lo que esta en juego es la salud de los argentinos, ya que el mosquito no diferencia entre oficialistas u opositores, si son de la ciudad o del campo. Ante estos hechos, los argentinos y fundamentalmente la clase política debe dar el ejemplo.
Lamentablemente, esto no ocurre y los vecinos de Vicente López pudimos observar como en estos días la Quinta de Olivos es fumigada en forma continua, mientras pareciese que los que están del otro lado del paredón, fuesemos ciudadanos que no merecen ser cuidados y atendidos en su salud a pesar de haberse detectado acasos de dengue en nuestra ciudad.
Esta muy bien que se tomen las medidas sanitarias adecuadas para resguardar la salud de la Presidenta en la Quinta de Olivos y donde sea necesario, pero porque no brindar ese beneficio a todos los ciudadanos argentinos, más aún cuando ello cuenta con el aval de todo el arco opositor.
Esperemos que el oficialismo recapacite y permita que todos sus legisladores ocupen el rol que la democracia, las instituciones y las circunstancias requieren.
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